hadita!

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No Hay REgaLo mÁs hERmoSo QUe un Ser HUmaNO puEDa DAr A otRo...

domingo, 11 de octubre de 2009


A propósito de que el viernes pasado en mi clase de oratoria tuve la oportunidad de dar un pequeño discurso acerca de la donación de órganos, me gustaría plasmar en este blog algo de lo que hable, no con el fin de atacar a su forma de pensar, sus ideologías, etc, sino con el fin de exponer mi opinión y que reflexionemos acerca de este tema tan controversial, pero tan importante a la vez.

Toda la atmósfera que rodea el tema de la donación de órganos tiene principalmente dos aristas o caras, el lado de la persona que muere, o que está en condiciones óptimas para en vida donar sus órganos, y el lado de las personas que forman parte de una lista de espera, valga la redundancia, en espera de una donación.

El rol que juegan las familias de ambos lados es algo que no se puede pasar por alto, ¿te imaginas que difícil ha de ser que te digan que un familiar ha muerto por un derrame cerebral o un paro respiratorio por ejemplo y atravesando por ese shock te plantee el médico también la situación de donar sus órganos y salvar así otras vidas o la impotencia de que un familiar tuyo esté en una lista de espera sobreviviendo cada día con la esperanza de que hoy avanze un lugar más en esa lista hasta que finalmente pueda recibir esa donación, pero que por prejuicios sociales, culturales y religiosos, esto no suceda?

¿Cuál es la causa de que en México tristemente no tengamos una cultura de la donación de órganos?, la respuesta concreta la desconozco, pero percibo que son cuestiones de ignorancia, mala información, prejuicios como ya lo mencioné, etc. Entre algunos mitos que tiene la sociedad con respecto al tema están la idea de que si tu te registras como donador desde antes para que en caso de muerte puedan extraer tus órganos, los médicos no harán grandes esfuerzos por salvar tu vida... esto es erróneo por completo.

Otras personas piensan que eso está mal hablando en cuestiones de religión, pues opinan que va en contra de sus principios religiosos el que una vez muerto puedas de alguna manera dar esperanza de vida a alguien más, pues eso sólo Dios; y si, en sentido espiritual si, pero en el sentido terrenal, estás contribuyendo solamente a salvar a alguien, lo cual es un acto de bondad y hermandad y esto no va en contra de Dios, creo yo.

Según datos del CENATRA (Centro Nacional de Transplantes) 20 mil de cada 100 mil mexicanos que requieren de un órgano o tejido para mejorar o incluso salvar su vida podrán disponer de el, el resto... espera un milagro.

Así mismo, en el mejor de los casos 6 de cada 10 personas de la interminable lista de espera a la que cada 16 minutos se agrega un nuevo nombre reciben el transplante, el resto muere.

Es importante tomar en consideración que el lado feo de esto es que exista el tráfico de órganos, por lo cual es importante que si decides ser donador, lo hagas en instituciones serias y oficiales como el CENATRA, en el sitio web de esta institución del gobierno, podrás informarte más del tema e incluso obtener si así lo decides tu credencial que te identifica como donador voluntario en caso de muerte. la página es: www.cenatra.gob.mx.

Lo que escribiré puede ser muy crudo pero es la realidad, ¿en verdad prefieres que tus órganos sean consumidos por los gusanos o por el fuego sabiendo que pudiste haber salvado hasta 10 vidas?
No estamos excentos ninguno de que nos pueda suceder!


No hay regalo más hermoso que un ser humano pueda dar o recibir en este mundo...que una esperanza de vida...